Érase una vez un mundo en el que los físicos tenían un problema muy gordo con la gravedad. Mientras el resto de interacciones se dejaban domar por las leyes cuánticas, las leyes más profundas que conocemos, la gravedad se resistía. Los físicos no sabían cómo unir las fuerzas más fundamentales bajo las mismas normas. Las cuerdas también explican cómo las partículas interaccionan.
En ciertos modelos, las partículas del modelo estándar, las que conocemos y de las que estamos hechos, estarían representadas por cuerdas abiertas, mientras que el gravitón, la elusiva partícula que media la gravedad, estaría representada por una cuerda cerrada. Dos cuerdas abiertas pueden combinarse para dar lugar a una sola cuerda abierta, o partirse por la mitad para formar dos. Así se explicaría cómo interaccionan las partículas que conocemos, por ejemplo, cómo los electrones se repelen. Por otro lado, una cuerda abierta podría plegarse de modo que emita una cuerda cerrada.
Las cuerdas deben ser objetos terriblemente pequeños, ya que ningún experimento del mundo las ha detectado. De hecho, puede que sean tan pequeñas que tengamos que buscar rastros de ellas en el universo primitivo, cuando la energía era tan brutalmente alta que podían manifestarse. Pongamos a vibrar a las cuerdas en las tres dimensiones del espacio. De estas vibraciones surgirán las distintas partículas y cómo estas partículas interactúan con la gravedad.
La gravedad sigue sin comportarse bien a nivel cuántico cuando está con el resto. Es aquí cuando llega la idea de la Compactificación. Esta en concreto es una 2-brana, porque tiene dos dimensiones, pero las distintas teorías de cuerdas predicen la existencia de branas de diversas dimensiones... ¡que incluso se estiran por las dimensiones extra! . Por ejemplo, puede que una brana dote a la cuerda de carga eléctrica, mientras que la otra la dote de carga de color.
Entonces esta cuerda se comporta un quark. No se conocen aún los números exactos, pero la idea es que hay tropecientas compactificaciones distintas igual de válidas, cada una generando sus propias leyes. Este paisaje de diferentes posibilidades se llama el Landscape. En principio parecen teorías muy distintas, con sus peculiaridades, pero lo cierto es que con una cierta transformación puedo convertir una en la otra y viceversa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario